
Un estudio de la Universidad de Granada indica que consumir probióticos
durante un mes ayuda a disminuir la acumulación de grasa en el hígado.
Científicos españoles han demostrado en un experimento realizado con ratas obesas que consumir probióticos
durante 30 días ayuda a disminuir la acumulación de grasa en el hígado.
Este hallazgo, que publica hoy la revista PLOS ONE, supone un
importante avance científico en la lucha contra la enfermedad del hígado
graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés), asociada a la
obesidad y a la diabetes.
Los investigadores, pertenecientes al
grupo "Bioquímica de la Nutrición. Implicaciones Terapéuticas" (CTS-461)
y al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos "José Matáix"
de la Universidad de Granada, han demostrado que la administración de
tres cepas de probióticos disminuye la acumulación de grasa en el hígado
de ratas obesas.
La acumulación de grasa en el hígado se
denomina esteatosis y constituye el primer estadio de la NAFLD,
enfermedad asociada a la obesidad y a la diabetes. Dado que la
prevalencia de estas dos patologías es cada vez mayor, NAFLD se ha
convertido también un problema de salud que afecta a millones de
personas en todo el mundo.
Microorganismos vivos o muertos
Los
probióticos son microorganismos (bacterias o levaduras) que confieren
efectos saludables a la persona que los toma en cantidades adecuadas.
Tradicionalmente, solo se consideraban microorganismos vivos, pero el
concepto se amplió pues algunos microorganismos muertos, o incluso
componentes de éstos, pueden exhibir propiedades probióticas.
Los
investigadores de la UGR trabajaron con tres cepas que están
depositadas en la Collection Nationale de Cultures de Microorganismes
(CNCM) del Instituto Pasteur: Lactobacillus paracasei CNCM I-4034,
Bifidobacterium breve CNCM I-4035 y Lactobacillus rhamnosus CNCM I-4036.
En un primer experimento, llevado a cabo en voluntarios sanos, los
investigadores, demostraron que las tres son perfectamente toleradas y
seguras para su consumo humano.
En el presente estudio, las cepas se administraron durante 30 días en la dieta a ratas Zucker. Estas ratas desarrollan obesidad debido a una mutación en el gen
que codifica el receptor de la leptina, hormona que transmite al
organismo una señal de saciedad. La rata Zucker constituye uno de los
modelos genéticos de obesidad mejor caracterizados.
En el
trabajo, los autores describen que la administración de los probióticos
produjo una acumulación de lípidos (mayoritariamente triacilgliceroles)
en el hígado significativamente menor que la que tuvo lugar en ratas alimentadas con un placebo.
"Este
hallazgo se acompañó de unos menores valores de moléculas
proinflamatorias (factor de necrosis tumoral-a, interleuquina-6 y
lipopolisacárido) en el suero de las ratas alimentadas con probióticos,
efectos que no se observaron con el placebo", afirma el autor principal
del estudio, el profesor de la UGR Luis Fontana Gallego.
Tal
como señalan los investigadores, la enfermedad hepática no se curará
con probióticos, pero estos microorganismos sí pueden servir como
terapia coadyuvante a otros tratamientos. Esta investigación ha sido
financiada por la empresa HERO SPAIN, S. A.
La Razón Digital, 27 de mayo de 2014. 21:10h
Madrid
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