-
Factores como hipertensión, colesterol, tabaquismo, sedentarismo u obesidad aumentan las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular. Controlarlos en la clave para evitarlo.
- Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, detectándose cada año 120.000 casos y siendo más frecuente en mujeres que en hombres. Sin embargo, la probabilidad aumenta en las personas que presentan factores de riesgo controlables como hipertensión, colesterol, tabaquismo, sedentarismo u obesidad. La Federación Española del Ictus recomienda ocho medidas sencillas para prevenir esta enfermedad, que pueden aplicarse a la vida diaria:
-Mantener controlados la presión arterial (<140/90) y los niveles de colesterol (<240).
-Acudir el médico cuanto antes si se notan latidos irregulares.
-Abandonar el tabaco.
-Controlar la diabetes de forma estricta.
-Practicar ejercicio físico de forma regular.
-Consumir alimentos bajos en sal y grasas.
-Evitar el consumo de drogas.
-Si se consume alcohol, hacerlo de forma moderada.
“El paciente puede actuar para modificar los factores de riesgo, disminuir e, incluso, evitar el accidente cerebrovascular”, asegura Carmen Aleix, presidenta de la Federación Española del Ictus (FEI), con motivo del Día Mundial de esta patología, que se celebra hoy, 29 de octubre,. “La administración debe garantizar el derecho de los pacientes a la información y a la innovación terapéutica y tecnológica que permite controlar o detectar mejor el riesgo de ictus, en especial cuando nos referimos a la fibrilación auricular, causante de 1 cada 5 ictus en España”.
Señales de alarma
Según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, el 30% de las personas que lo sufre fallece, es decir 36.000 cada año, y en el 40% provoca una discapacidad grave. Aunque también se produce en población joven, suele afectar más a personas mayores, al aumentarse el riesgo con la edad.
No obstante, a pesar de tener una vida sana, puede suceder un ictus, como consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro o la rotura de una arteria o vena cerebral. Para poder actuar con rapidez, hay que estar alerta a los principales síntomas:
-Pérdida brusca de movilidad o sensibilidad de media parte del cuerpo (cara, brazo, pierna,…).
-Pérdida repentina de la capacidad para hablar.
-Dolor súbito de cabeza y sin causa.
-Sensación de vértigo, inestabilidad, desequilibrio y confusión repentina.
-Pérdida de la visión, total o parcial.
Si usted o un familiar detecta alguno de estos síntomas, se aconseja llamar al teléfono de emergencias y acudir al hospital cuanto antes, ya que en el ictus, las primeras horas son clave en la evolución del paciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario